Escrito Por: Katherine Giraldo
El día de hoy quisiera hablar sobre uno de los hábitos más destructivo, negativo y sobre todo común en las personas: El Hábito De Preocuparse.
Preocuparse es simplemente imaginarse el escenario más negativo acerca de algo que no ha pasado aún.
Un persona preocupada es la que no toma acción en determinado momento, y a cambio se queda imaginando y aceptando emociones negativas por causa de las imágenes que crea en su mente.
Lo más impactante de las preocupaciones, es que un 80% y 90% de lo que imaginas, nunca sucederá en realidad… ¿Lo sabías?
Hay dos pensamientos de grandes sabios que hablan sobre esto:
Cuando miro hacia atrás pensando en las preocupaciones, recuerdo la historia del anciano quien dijo en su lecho de muerte que había tenido un montón de problemas en su vida, la mayoría de los cuales nunca habían sucedido.
— Winston Churchill
Si quieres poner a prueba tu memoria, trata de recordar por lo que estabas preocupando hoy, hace un año.
— E. Joseph Cossman
Es así de simple… Tus preocupaciones fácilmente se vuelven parte de tu pasado, y hoy lo que puedes preguntarte es: ¿De qué sirvió que te preocuparas?
Las preocupaciones son como monstruos en nuestra mente que en realidad no hacen parte de la realidad. Y que si se hacen verdad, seguramente no serán tan dolorosos, malos y duraderos como lo imaginaste.
Preocuparse es prácticamente una pérdida de tiempo… Y claro, parece fácil de decir pero no de poner en práctica.
Sin embargo, cuando te sientas preocupado, lo que puedes hacer es recordar todas las preocupaciones que has tenido durante tu vida las cuales se han hecho realidad.
Piensa sobre todo en aquellas preocupaciones vagas, que imaginaste y que tenían poca probabilidad de suceder. La idea tampoco es exagerar en decir que un día te preocupaste porque tu abuelo muriera y eso pasó… Era natural que sucediera, así que tu preocupación no tiene mucho sentido para el ejercicio.
Ahora, cuando te des cuenta que tus preocupaciones en realidad no fueron muy certeras a lo largo de tu vida, entonces podremos pasar al siguiente nivel, donde reconoceremos que en realidad estábamos formando una tormenta en un vaso de agua.
Está bien que a veces las cosas no salen como queremos, pero las preocupaciones hacen que esos fracasos o aprendizajes más bien, se vean como un huracán que va a demolernos en el desierto sin darnos chance de salir corriendo.
Somos exagerados al preocuparnos, y esto no es bueno.
Sin embargo, ¿Cómo dejar de serlo?, ¿Cómo dejar de preocuparnos?
He aquí un buen ejercicio que me ayuda a tranquilizarme en momentos donde la preocupación quiere invadirme:
Los que me conocen, saben que siempre procuro enseñar acerca del positivismo y el optimismo en medio de cualquier situación.
Pensar positivo, es uno de los hábitos que más valoro en mi vida.
Sin embargo, para éste ejercicio, quisiera pedirte lo contrario. Piensa en todas las personas del mundo que consideres que están en condiciones peores que la tuya.
Es seguro que alguien en este planeta puede encontrarse en pruebas más duras que la tuya, ¿Verdad?
Entonces, si tu vida no es tan mala como la de otra persona, ¿Cómo no vas a agradecerle al mundo por la posición en la que estás?
Y sobre todo, ¿Cómo no vas a mirar hacia adelante para correr hacia mejores posiciones de vida?
¡Es justo eso lo que debes hacer!
Tus problemas muy seguramente no son problemas para otras personas. La situación que estás viviendo, a lo mejor no sería considerada un problema ante los ojos de otros que se han ocupado de vivir mejor.
Entonces, ocúpate tú también de ser consciente que puedes estar mejor, que depende de ti y que hay posiciones mejores esperándote.
Cuando adquieres la capacidad de ser objetivo y de aclarar tu mente en momentos difíciles, es cuando te vuelves más apto para enfrentar tus problemas de forma sensata y como todo un triunfador.
Como dijo Confucio alguna vez: La vida es simple, somos nosotros los que nos empeñamos en hacerla complicada.
Así que, deja las preocupaciones de lado y más bien ocúpate de tu futuro, de tu presente y de la posición en que la que deberías encontrarte ahora mismo.