Escrito Por: Katherine Giraldo
Las personas naturalmente nos desarrollamos en cada área de nuestras vidas a medida que vamos creciendo y adquirirendo diferentes aprendizajes, ¿Verdad?
Entre los diferentes tipos de desarrollos por los cuales pasamos a través de los años, los más comunes son el desarrollo físico, y el desarrollo cognitivo o intelectual.
El uno, se puede ver a lo largo de nuestros años de vida, donde podemos claramente notar como todo nuestro cuerpo, apariencia y aspecto, se modifica continuamente.
Y el otro, se desarrolla normalmente en la escuela, la universidad, la iglesia, etc. (ya que estos, son los lugares mayoritariamente más cómunes a los que nos llevan desde niños) y de ahí en adelante, simplemente con el entorno desarrollamos cada día nuestra cognición o intelectualidad.
Sin embargo, como estos dos importantes desarrollos humanos, también hay otros sumamente vitales, y que algunos ni siquiera los toman en cuenta.
El desarrollo de habilidades, el desarrollo de una libre personalidad, el desarrollo del propio estilo de vida, el desarrollo afectivo… Son algunos ejemplos que podrían destacarse.
Es por eso que hoy, nos enfocaremos específicamente en el Desarrollo Afectivo.
Bien, personalmente considero el desarrollo afectivo como la colección de una buena autoestima, autoimagen, autoconocimiento, autorrespeto, autoaceptación, y demás.
Es decir, todo aquello que representa la armonía y el equilibrio emocional con nosotros mismos, representa para mí, el desarrollo afectivo.
El objetivo final de tener una buena autoestima, de tener una buena autoimagen, de respetarse, valorarse, conocerse, aceptarse y superarse a sí mismo, es que finalmente logremos estar en armonía con la persona que somos, y podamos con ello, lograr todo aquello que deseemos.
Por lo tanto, al desarrollar cada uno de estos aspectos en nuestra vida de la mejor manera posible, estaremos desarrollándonos afectivamente de forma totalmente óptima.
Y bien, al saber lo que significa el desarrollo afectivo, y cómo lograr la mejor formación para él (que es por medio de lo que digo en el párrafo anterior)… La pregunta es, ¿Y para qué sería importante el desarrollo afectivo?
La respuesta es: Para alcanzar una verdadera Plenitud Emocional en nuestras vidas.
Piénsalo bien… ¿Cómo sería tu vida si te respetaras pero no te amaras?, ¿O si te amaras pero no te respetaras?
Sería algo totalmente incongruente, ¿Verdad?
Imaginésmolo más bien con otra persona… ¿Qué tal si amaras pero no respetaras ni valoraras a tu pareja?
¿Será que esa relación tiene algún futuro?, ¿Será que pueden llegar lejos? Claramente, no.
Lo mismo pasaría contigo. Todas esas variantes de autorrespeto, autoaceptación, autosuperación, y demás… Funcionan cuando conjuntamente están ligadas las unas a las otras.
Y cuando logras llevar cada una de esas variantes o aspectos al máximo nivel, individual y colectivamente, entonces tu vida simplemente estaría llena de plenitud hacia la persona que eres el día de hoy.
Justo ahí, alcanzas el máximo punto de desarrollo afectivo que deberías tener 🙂
Y claro, empezar a desarrollarlo, es tan simple como empezar a mejorar cada uno de los aspectos que ya he nombrado, y todos los demás que puedan contribuir con tu amor propio y tu respeto como persona.
Ahora, si alguien me preguntara… ¿Pero acaso es importante invertir tiempo en mejorar el amor propio o cosas así, cuando hay tantas otras cosas por hacer para desarrollarnos, por ejemplo, intelectualmente?
A lo cual yo respondería con algo que le escucho a un gran amigo, y que a lo mejor, ya lo haya dicho en éste blog… ¿Es más importante un brazo o una pierna?
¿No será que ambas cosas son igual de importantes? ¡Absolutamente, sí!
Así que, este no es un tema para escoger si te desarrollas intelectualmente -o- si te desarrollas afectivamente. Lo que debes hacer es desarrollarte intelectualmente Y afectivamente 😉
Y para concluir, debo aclarar que éste artículo no tiene nada que ver con el desarrollo emocional o afectivo del niño, ni con las fases que ellos deben llevar a cabo en sus primeros años de vida para estar internamente bien… Sólo quise enfocarme en ti que eres adulto, que me entiendes y que sabes de lo que hablo.
A lo mejor luego hable algo de los niños 🙂