Escrito Por: Katherine Giraldo
Si eres lector concurrente de este blog, sabrás que mucho hemos tocado el tema de las Leyes Naturales.
Y en este caso, quiero recordar una bien especial: La Ley De Atracción.
La Ley de Atracción, es una de las leyes más vividas de manera física por todo aquello que habita en nuestro planeta. Todos mantenemos “pegados del suelo” gracias a ella.
Sin embargo, la función que cumple ésta Ley Natural en nuestras vidas, y en el Universo en general, va mucho más allá.
Nuestros pensamientos, nuestra actitud, nuestros sentimientos, nuestras acciones… Todo está ligados a ésta ley.
Y es aquí donde se hace presente la Reciprocidad.
En palabras simples, podemos decir que la Reciprocidad es como comprar.
Cuando compras algo, recibes un valor equivalente al precio que pagaste.
Entonces, si tus pensamientos, tus actitudes y tus acciones son positivas; recibirás algo de valor equivalentemente bueno a cambio. Lo que se podría decir que Atraerás algo positivo.
Lo mismo pasa si dentro de tu interior hay negativismo, a lo que el Universo se encarga de responder igualmente con negativismo.
En conclusión, la reciprocidad es la base de la Ley de Atracción. Porque es tan justa y equilibrada, que no se sale del margen de lo que tú mismo pienses y hagas, para ella responder con lo que te mereces.
Pero claro, la reciprocidad podría aplicarse a las personas.
Presta atención… Aquellos que se encargan de la reciprocidad del universo en el aspecto negativo, son personas vengativas.
Y aquellos que se encargan de la reciprocidad del universo en el aspecto positivo, son personas agradecidas. ¿Ves cómo es de fácil?
Cuando alguien quiere abusar de la reciprocidad para su beneficio, está enviando señales de que <quiere a cambio> algo negativo, como el engaño o el cinismo.
Es decir, la reciprocidad no es una herramienta que puedas utilizar de la manera que quieras. Ella es correcta en dar a cada uno lo que merece y lo que se ha encargado de atraer.
Nuestra tarea entonces, es simplemente hacer las cosas bien… No hay necesidad de ser interesados con los demás, o de buscar que ellos recompensen nuestros buenos actos; el Universo, sin necesidad que le recuerdes, se encargará de darte lo que mereces.
En tu vida, la reciprocidad puede reflejarse para con los demás, siendo agradecido con aquellos que te han ayudado y han dado valor positivo a tu vida.
Finalmente, el querer en tu interior hacer el bien a otros, te proveerá bien a ti mismo 😉